4 sept 2013

JUSTIFICANDO LA MEDIOCRIDAD • By Hana Kanjaa

Justificando la Mediocridad

Justo hace una semana y, como muchos de vosotros sabéis, el deportista  Álvaro Bultó falleció practicando salto base con su traje de alas (WingSuit Base) en Suiza.

Mi marido estuvo de viaje con él un par de veces. Yo no lo conocía personalmente pero esto no me impide hacerme una idea del hombre tan excepcional que fue.

Álvaro Bultó era alguien muy conocido en los medios de comunicación por lo que su muerte ha hecho arder los canales masivos de televisión e internet, dando pie a que cualquier persona se asigne el derecho de injerencia sobre una vida ajena y exponga su punto de vista sobre lo ocurrido…también conocido como “Deporte Nacional”.
Y, leyendo algunos de los cientos de mensajes que se han vertido en los medios y redes sobre este accidente, me ha sorprendido ver muchísimos comentarios tipo:
  • Algunos se matan a trabajar para que otros se maten a la carta.
  • Vivir al filo de la navaja tiene esas cosas. La vida es demasiado corta para jugártela una y otra vez.
  • Al menos  pudo elegir como vivir y morir, la mayoría no tenemos esa posibilidad.
  • Los que viven echándole un pulso constante a la vida, suelen perder.
Estupefacta, he ido saltando de un comentario a otro y,  de repente, he descubierto un patrón…un patrón específico y propio de las almas anodinas; un patrón enquistado en esta sociedad que favorece que la mediocridad campe a sus anchas.

Leyendo estos comentarios me he dado cuenta de que muchas personas necesitan que un grande como Álvaro sufra una desgracia para justificar su vida de mierda.

¿Es duro? SI. ¿Es verdad? VERDADERA

Si. Algunos  necesitan apalancarse en sucesos trágicos como éste para sentirse bien consigo mismos porque no son capaces de arriesgar nada en su vida; porque no se atreven a cambiar lo que no les gusta; porque no hacen nada que verdaderamente les llene; porque saben que están tirando sus días a la basura.

Si. Otros  se sienten bien ante una fatalidad así  porque les permite  darse una palmada autocomplaciente en la espalda y “confirmar” que lo mejor es quedarse en casa viendo la tele, en la seguridad y comodidad de lo conocido, porque “a ver si te vas a morir”; que lo mejor  es acoplarse a todas las convenciones sociales  y seguir la senda que sigue todo el mundo, trillada ad nauseam; que lo mejor es  aceptar todo lo que nos viene sin cuestionar nada porque “solo las personas con mucho dinero pueden conseguir la vida que quieren”.

Hace falta que alguien extraordinario fallezca haciendo algo que le apasionaba para que el ejército gris de los mezquinos salga en masa  a justificar su propia mediocridad.

Así que, si te sientes BIEN cuando algo MALO  le pasa a alguien, por favor, párate a reflexionar sobre ello porque quizá algo vaya realmente mal en tu vida…revisa honestamente tu nivel de satisfacción con la vida que llevas y si no te gusta, responsabilízate  y…

¡HAZ ALGO! ¡YA!

No utilices la felicidad y desgracia ajenas como baremo de las tuyas.

Yo solo tengo  palabras de admiración y respeto hacia una persona que VIVIÓ SU VIDA AL MÁXIMO.

Porque dicen que…

Lo que cuenta no son los años en tu vida sino la VIDA en tus años...
Ir al post en www.hanakanjaa.com