27 jun 2011

Festival del aire de Orduña 2011

Una fiesta accidentada

El festival del aire de Orduña se cierra con un piloto evacuado en helicóptero y una jornada cancelada por el viento sur.

El Festival Aéreo Internacional de Orduña volvió a dejar este fin de semana espectaculares imágenes de deportes poco conocidos como el parapente, el paramotor o el vuelo en ultraligero. Sin embargo, la de este año fue una edición con más contratiempos de lo habitual. Los organizadores se vieron obligados a suspender la jornada de ayer después de que el viento rolara a componente sur, mientras que el pasado sábado un hombre tuvo que ser evacuado en helicóptero al hospital de Cruces después de sufrir un percance. Por fortuna, el piloto sólo se rompió una pierna. El accidente se produjo sobre las 18.15 horas, cuando el participante en el evento se disponía a aterrizar con su parapente. Por causas que se desconocen, el deportista se golpeó contra el suelo con violencia. El herido fue atendido de inmediato por una ambulancia que cubría el festival. Finalmente, un helicóptero tuvo que trasladarle al hospital de Cruces. Según la organización, el piloto se encontraba ayer ya en su casa, en un buen estado de salud, aunque con la pierna rota. Pese al incidente y a la clausura de la segunda jornada del evento, los promotores de la cita se mostraron satisfechos. «Este lugar es como la ola izquierda de Mundaka para los surfistas y la gente lo sabe», explicó Jordi Molinero, miembro de UNAF, club organizador del certamen.Molinero destacó el buen día de vuelos que hubo el sábado. Y es que, el sofocante calor que vivió Vizcaya durante el fin de semana no impidió que en torno a 200 personas de todas partes de España e incluso del extranjero acudieran a Orduña y abarrotasen las campas de Tertanga. «Acompañó el viento y a pesar de que hizo mucho calor la sierra se lleno de parapentes». La razón de que, año tras año, la cita sea un éxito está en el paisaje. Para Javier Tejeiro, miembro del Equipo Nacional de Parapente Acrobático, «es alucinante el lugar, en pocos sitios puedes volar rodeado de estos acantilados y acompañado de buitres».

El Correo Digital (Vizcaya)