11 de Mayo de 2014
Una treintena de pilotos: navarros,
maños, madrileños, vascos, segovianos y andaluces nos fuimos a juntar para
hacer la ruta.
La predicción del Noaa fue
certera. El sábado, vuelo de prueba con viento moderado por la tarde, bajando
un poco casi anocheciendo.
El domingo a las 07:00 sin
viento en el despegue y de NO en vuelo con intensidad de 10-12 km/h, mucha
humedad y a 1000 metros sobre el nivel del mar que supuso mucho esfuerzo para
subir la vela empapada y largas carreras de despegue.
Madrugón el domingo para estar
en el campo a las 06:20 y despegue a las 07:00. Jesús Ostos fue elegido
dedocraticamente nuestro “lazarillo” o Máster y se ocupó de echarnos al aire a
todos, aunque Diz, optó por ir de pasajero con Alberto Arcos en el trike hasta
Cuellar.
Ser el máster de “Los Polluos”
le supuso a Ostos(por un mal entendido y mala comunicación de radio) hacer la
ruta el ultimo y solo, pero que con dos…..lo hizo. GRACIAS JESUS ¡!!.
Alberto Arcos, el organizador o
sufridor de la ruta, también ayudo a muchos a salir y en una hora, recortando
recorrido se “plantó” en Cuellar.
Quiero agradecer a Alberto en
nombre de los Los Polluos, todo su trabajo, dedicación, amistad, compañerismo,
amabilidad y atención con nosotros, aunque no fuimos la excepción; fue así con
todos los pilotos.
Desde Turégano tuvimos el viento
de cara y los 14 Km de bosque de pinos, acalambró el esfínter de más de uno. En
el repostaje, apto para B-747 y que gestionó Chus, el equipo de Alberto lo
tenía todo a punto. Una pasada de buena y bien que entró la sopa de ajo que nos
preparó Nuria. También buenísima la tortilla de patatas y el café; así cuesta
trabajo volver al aire…
Despegamos de Cuellar y al poco
ya se notaba como los “pelotazos” iban aumentando en cadencia y tamaño. La
verdad, las fotos del castillo de Cuellar no sé cómo han salido enfocadas. Los
más avanzados ya avisaron de que se echaban al suelo en Narros de Cuellar, a 15
km del repostaje. Ostos y yo, a unos 5 km detrás de Julio y Nando, seguimos en
vuelo probando si más alto o más bajo se podía volar…ná, imposible; aquello se
movía con descensos y ascensos de 2.1 m/sg. Así que tras una hora recibiendo la
del pulpo, al suelo y esperar la recogida para zamparnos una rica paella.
Un detalle muy importante del
viaje; el cochinillo está de muerte.
Antonio Almendros
Ver 2ª Ruta Castillos Segovianos en un mapa más grande
Enviado por Alberto Arcos de Altair Paramotor para Surparamotor Club Deportivo • marzo 2014