La cita aérea dice adiós al cielo serrano
Cine, danza y exhibiciones despidieron la última edición del Festival Internacional del Aire El Yelmo. La cita cerró sus puertas con la sensación de satisfacción de asistentes y participantes como nota dominante . Durante tres días todas las miradas se alzaron hasta los cielos de la sierra de Segura.
La decimosegunda edición del Festival Internacional del Aire El Yelmo de la sierra de Segura llegó a su fin con una intensa mañana repleta de actividades.
La primera de ellas fue la cuarta carrera de paramontaña, en la que los participantes tuvieron la oportunidad de demostrar su valía en competición. Después, la selección española de paramotor ofreció el último de sus entrenamientos, en el que los aficionados comprobaron la técnica de los integrantes del equipo nacional y pudieron conocer de primera mano los entresijos de la disciplina.
A continuación, el séptimo arte acaparó todo el protagonismo con las proyecciones de las obras premiadas en el último festival de cine. La producción española Castillos en el aire y la australiana No ceiling. The base climb se alzaron con los máximos reconocimientos. La primera consiguió los premios de mejor película del festival y de deportes. La segunda fue galardonada por los miembros del jurado como la mejor película de aventura aérea.
Además, los más pequeños y los jóvenes pudieron disfrutar con diversos talleres en los que aprendieron a dar rienda suelta a su creatividad. También hubo tiempo para las exhibiciones finales de acrobacias de parapente y paramotor a cargo del Safety Arco team, Mathieu Rouanet y el dúo Volem entre otros, que alzaron las miradas de los extasiados espectadores hasta el firmamento, hacia donde se dirigió su imaginación al tiempo que contemplaban piruetas y giros imposibles. Además, tuvieron su última oportunidad de lucirse Armando Rey y Darío Barrios, que protagonizaron una intrépida muestra de salto base.
A mediodía, los aviones acrobáticos del Real Aeroclub de España (RACE) volvieron a dejar boquiabierto al público, con pasadas rasantes y maniobras extremas en una serie de ejercicios en los que los experimentados pilotos constataron de su preparación. Mientras tanto, los artistas de África mágica protagonizaron un espectáculo de danza en el que plasmaron algunos de los movimientos rituales de las culturas Mandinga y Wolof, dos pueblos guerreros del oeste del continente negro. A ellos se unieron los estudiantes del taller de batucada, que tuvieron la ocasión de demostrar a los asistentes lo aprendido en las intensas lecciones impartidas durante el festival.
El plato fuerte de la jornada fue la charla Viajes de aventura y consejos para pilotos de paramotor que quieran viajar, a cargo de Mathieu Rouanet. Se trata de un viejo colaborador de la organización del Festival Internacional del Aire El Yelmo, que desde hace años acude a la cita para ofrecer espectáculos del máximo nivel. Ayer dio a conocer una de sus facetas ignoradas por el público, la de experimentado trotamundos que allá donde va lleva su dispositivo a cuestas para volar en los lugares más bellos de Europa, Asia y América Latina. En su intervención —que fue en inglés con traducción simultánea— rememoró sus vivencias, anécdotas, sucesos y también diversos problemas. Durante su comparecencia ofreció consejos sobre el transporte de equipos, trámites para pasar aduanas y normativas de vuelo de diferentes países.
Así concluyó un completo fin de semana en el que los mejores pilotos de diferentes especialidades se trasladaron hasta la sierra de Segura para encontrarse con los aficionados al vuelo. Además, Sebastián Álvaro, del programa de Televisión Española Al filo de lo imposible, compartió sus experiencias con sus seguidores y Diario JAEN organizó la primera edición de su ruta de senderismo, una cita con vocación de continuidad. M. J. Velasco /Jaén
Galardones al séptimo arteCastillos en el aire fue la gran triunfadora del certamen de cine del Festival Internacional del Aire El Yelmo, con dos galardones. La cinta australiana No ceiling. The base climb story se hizo con el premio a la mejor película de aventura aérea en una cita para recordar.
Los máximos reconocimientos del certamen de cine del Festival Internacional del Aire El Yelmo se entregaron el pasado sábado por la noche en una ceremonia que contó con la presencia del delegado de Obras Públicas y Vivienda, Rafael Valdivielso; la diputada de Empleo, Promoción y Turismo, Ángeles Férriz, y el alcalde de Segura de la Sierra, Jacinto Viedma. La cinta española Castillos en el aire se hizo con los galardones de mejor película de la cita y de mejor obra sobre deportes aéreos. Se trata de una producción de veinticuatro minutos que narra la historia de dos jubilados que sienten la misma pasión por volar que cuando eran niños, sin que el paso del tiempo afectase lo más mínimo a sus intereses. A pesar de su edad, los protagonistas se desplazan en parapente y en un avión construido de manera artesanal.
Por otra parte, la película australiana No Ceiling. The base climb story (No hay techo. La historia del salto base) con siguió el reconocimiento de mejor cinta de aventura aérea. Se trata de un documental de cincuenta y cinco minutos dirigido por Glenn Singleman que cuenta la historia de amor del propio realizador y su mujer, que consiguió batir el récord mundial de altura, en posesión de su marido anteriormente, después de un largo proceso de entrenamiento y transformación física, mental y emocional que implicó muchos sacrificios.
Fuente: DIARIO DE JAEN 11/07/2011
Cine, danza y exhibiciones despidieron la última edición del Festival Internacional del Aire El Yelmo. La cita cerró sus puertas con la sensación de satisfacción de asistentes y participantes como nota dominante . Durante tres días todas las miradas se alzaron hasta los cielos de la sierra de Segura.
La decimosegunda edición del Festival Internacional del Aire El Yelmo de la sierra de Segura llegó a su fin con una intensa mañana repleta de actividades.
La primera de ellas fue la cuarta carrera de paramontaña, en la que los participantes tuvieron la oportunidad de demostrar su valía en competición. Después, la selección española de paramotor ofreció el último de sus entrenamientos, en el que los aficionados comprobaron la técnica de los integrantes del equipo nacional y pudieron conocer de primera mano los entresijos de la disciplina.
A continuación, el séptimo arte acaparó todo el protagonismo con las proyecciones de las obras premiadas en el último festival de cine. La producción española Castillos en el aire y la australiana No ceiling. The base climb se alzaron con los máximos reconocimientos. La primera consiguió los premios de mejor película del festival y de deportes. La segunda fue galardonada por los miembros del jurado como la mejor película de aventura aérea.
Además, los más pequeños y los jóvenes pudieron disfrutar con diversos talleres en los que aprendieron a dar rienda suelta a su creatividad. También hubo tiempo para las exhibiciones finales de acrobacias de parapente y paramotor a cargo del Safety Arco team, Mathieu Rouanet y el dúo Volem entre otros, que alzaron las miradas de los extasiados espectadores hasta el firmamento, hacia donde se dirigió su imaginación al tiempo que contemplaban piruetas y giros imposibles. Además, tuvieron su última oportunidad de lucirse Armando Rey y Darío Barrios, que protagonizaron una intrépida muestra de salto base.
A mediodía, los aviones acrobáticos del Real Aeroclub de España (RACE) volvieron a dejar boquiabierto al público, con pasadas rasantes y maniobras extremas en una serie de ejercicios en los que los experimentados pilotos constataron de su preparación. Mientras tanto, los artistas de África mágica protagonizaron un espectáculo de danza en el que plasmaron algunos de los movimientos rituales de las culturas Mandinga y Wolof, dos pueblos guerreros del oeste del continente negro. A ellos se unieron los estudiantes del taller de batucada, que tuvieron la ocasión de demostrar a los asistentes lo aprendido en las intensas lecciones impartidas durante el festival.
El plato fuerte de la jornada fue la charla Viajes de aventura y consejos para pilotos de paramotor que quieran viajar, a cargo de Mathieu Rouanet. Se trata de un viejo colaborador de la organización del Festival Internacional del Aire El Yelmo, que desde hace años acude a la cita para ofrecer espectáculos del máximo nivel. Ayer dio a conocer una de sus facetas ignoradas por el público, la de experimentado trotamundos que allá donde va lleva su dispositivo a cuestas para volar en los lugares más bellos de Europa, Asia y América Latina. En su intervención —que fue en inglés con traducción simultánea— rememoró sus vivencias, anécdotas, sucesos y también diversos problemas. Durante su comparecencia ofreció consejos sobre el transporte de equipos, trámites para pasar aduanas y normativas de vuelo de diferentes países.
Así concluyó un completo fin de semana en el que los mejores pilotos de diferentes especialidades se trasladaron hasta la sierra de Segura para encontrarse con los aficionados al vuelo. Además, Sebastián Álvaro, del programa de Televisión Española Al filo de lo imposible, compartió sus experiencias con sus seguidores y Diario JAEN organizó la primera edición de su ruta de senderismo, una cita con vocación de continuidad. M. J. Velasco /Jaén
Galardones al séptimo arteCastillos en el aire fue la gran triunfadora del certamen de cine del Festival Internacional del Aire El Yelmo, con dos galardones. La cinta australiana No ceiling. The base climb story se hizo con el premio a la mejor película de aventura aérea en una cita para recordar.
Los máximos reconocimientos del certamen de cine del Festival Internacional del Aire El Yelmo se entregaron el pasado sábado por la noche en una ceremonia que contó con la presencia del delegado de Obras Públicas y Vivienda, Rafael Valdivielso; la diputada de Empleo, Promoción y Turismo, Ángeles Férriz, y el alcalde de Segura de la Sierra, Jacinto Viedma. La cinta española Castillos en el aire se hizo con los galardones de mejor película de la cita y de mejor obra sobre deportes aéreos. Se trata de una producción de veinticuatro minutos que narra la historia de dos jubilados que sienten la misma pasión por volar que cuando eran niños, sin que el paso del tiempo afectase lo más mínimo a sus intereses. A pesar de su edad, los protagonistas se desplazan en parapente y en un avión construido de manera artesanal.
Por otra parte, la película australiana No Ceiling. The base climb story (No hay techo. La historia del salto base) con siguió el reconocimiento de mejor cinta de aventura aérea. Se trata de un documental de cincuenta y cinco minutos dirigido por Glenn Singleman que cuenta la historia de amor del propio realizador y su mujer, que consiguió batir el récord mundial de altura, en posesión de su marido anteriormente, después de un largo proceso de entrenamiento y transformación física, mental y emocional que implicó muchos sacrificios.
Fuente: DIARIO DE JAEN 11/07/2011